No hay mayor riqueza que sentir el amor puro. Importa poco lo que dure, lo que duela, lo que deje en el olvido... ese instante en que amas y eres amado es único, irrepetible. Podrás sentirlo cuantas veces te inventes razones para sentir, siempre diferente. En ese momento eres millonario.
Pero no sirve de nada querer en las fechas señaladas por un comercial, aparecer con una caja de bombones y romper la rutina con una cena de velas a la orilla de una mesa descampada. Importa poco no cuidarla el resto del año e intentar poner un parche.
Lo que ilusiona es sentirse querido, dar una sorpresa, romper la rutina y tener un rato de felicidad... eso es lo bonito del "Día de los Enamorados" y a eso es a lo que debemos aspirar cada día, como mínimo, si tienes tu amor cerca y tu vida compartida.
Ámala siempre, ámalo con tu alma y hazlo diferente. Descorcha las botellas a deshora, aparece con flores cuando no toque, desnúdate con cualquier excusa y bésala a discreción. Ámala cada hora del año, en todas las noches de boda...
"Noches de Boda" - Joaquín Sabina
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